Presentación del libro “Decimocuartoasalto. La adolescencia golpeada”

PRESENTACIÓN del LIBRO “DECIMOCUARTO ASALTO. LA ADOLESCENCIA GOLPEADA”

 de Julio Rubio, educador de Fundación Raíces

 Quienes estamos inmersos en el mundo de los jóvenes tenemos unos grandes maestros, ellos mismos. Son los únicos capaces de  cuestionarnos, de hacernos enfrentarnos a nuestras propias limitaciones, a nuestros miedos e inseguridades, son los únicos capaces de ponernos al límite, de hacernos sacar lo mejor y lo peor que hay en nosotros, son capaces de sorprendernos, de hacernos reír  y también de hacernos llorar.

Les agradecemos su energía, su espontaneidad, su sentido del humor, su capacidad de revelarse…Y también agradecerles que ellos sean capaces de lo que los adultos les pedimos pero que en muchas ocasiones no sabemos hacer: su capacidad de pedir perdón, de reconocer sus errores, de dar las agracias, de reflexionar sobre ellos mismos, de superarse, de valorar las pequeñas cosas (aun siendo víctimas de un sistema capitalista), su capacidad  de arriesgarse.

A lo largo de este libro Julio nos muestra una infancia y una juventud luchadora, sensible, golpeada, superviviente. Una juventud sobre adaptada a una sociedad que en muchas ocasiones les prejuzga, les juzga, les invisibiliza, les maltrata.

A lo largo de este libro Julio nos muestra una forma de estar al lado de ellos conjugando educación, cercanía, lucha, sensibilización, sensibilidad, denuncia. Implicarse en las realidades de los jóvenes en la medida en que uno puede, quiere y sus fuerzas le permiten, pero siempre con respeto.

Sirva este libro para reflexionar sobre uno mismo, sobre el funcionamiento de las entidades en las que trabajamos. Somos humanos por lo que no estamos ajenos a equivocarnos. Un mirarse y ser crítico con uno mismo puede ayudarnos a seguir evolucionando, a conocernos, a seguir creciendo como personas, puede facilitarnos el estar junto a los chavales y chavalas de forma humana y cercana.

Niños quemados por el disolvente, apuñalados en cuerpo y alma, niños familiarizados con la muerte, con la violencia (tan presente en nuestra sociedad), chicos y chicas envueltos en un sinfín de leyes y burocracias que lo único que hacen es quitarles a ellos y sus familias la capacidad de decidir.

No podemos obviar las realidades de los centros, las cárceles, de los barrios de los que proceden muchos de  los chavales, de sus entornos, de sus vivencias, de lo que supone emigrar o tener que sacar adelante a una familia a temprana edad.

En el libro Julio hace mención, entre otros libros, al Diario de Ana Frank, y me gustaría destacar la frase de la que creo deberíamos partir cualquier “profesional de la educación”: “sigo creyendo en la bondad interna del ser humano”

Olga Morla