España desconoce cuántos niños y niñas extranjeros en situación de desamparo tiene bajo su protección

Foto: Antonio Ruiz

El recuento de los niños y niñas extranjeros no acompañados que se encuentran en las distintas CCAA no cuadra

17 de Octubre de 2018- Fundación Raíces denuncia, una vez más, la patente indefensión que sufren los niños y niñas extranjeros que llegan solos, a España. Y considera que la afirmación que, según la prensa, se hace de que el Gobierno asegura que “según sus cálculos desde diciembre de 2017 no se ha registrado la llegada a Madrid de ningún niño o niña, adolescente inmigrante sin respaldo familiar” no sólo es falso, sino que además es muy peligroso, pues pone en duda la existencia de unos niños y niñas que viven en esta Comunidad.

Tan sólo desde nuestra propia entidad, desde principios del año 2017 hasta el día de hoy, hemos puesto a disposición de las autoridades competentes en Madrid, a 30 menores de edad extranjeros en situación de desamparo y por tanto sin ningún adulto que se ocupara de ellos y hemos atendido a casi 150 niños y niñas no acompañados que estaban en el sistema de protección de la CAM y que han llegado a nuestra sede buscando ayuda.

Desde Fundación Raíces queremos recordar que los niños y niñas extranjeros, que llegan a España sin ningún referente adulto, llegan a Madrid por muchas vías:

1. Directamente por el aeropuerto de Barajas, como es el caso de muchas niñas, posibles víctimas de trata y algunos niños, casi todos ellos, susceptibles de poder recibir protección internacional.
2. Desde el Centro de Internamiento de Adultos Extranjeros de Aluche en Madrid , donde han sido ingresados algunos niños al haber sido identificados como adultos en la Frontera Sur y  con posterioridad, al cumplir el tiempo de estancia máxima, han sido abandonados en la calle en Madrid.
3. Desde ese mismo CIE de Aluche, cuando alguna entidad ha detectado su presencia en el mismo y a través de los Juzgados de Vigilancia del CIE, algún juzgado ha ordenado su salida e ingreso en el Centro de Primera Acogida de Menores de Madrid.
4. Desde otras Comunidades Autónomas, incluidas Ceuta y Melilla, donde deberían haber sido tutelados y bien tratados, pero al no haber sido así, los niños se han visto empujados a marcharse solos buscando una lugar donde ser cuidados, protegidos y donde se respeten sus derechos.
5. Desde otras ciudades de Europa como París o Estocolmo, previo paso por España, incluida la Comunidad de Madrid, desde donde en ocasiones los menores afirman que la propia administración y algunas ONGs les han pagado billetes para que se marchen, volviendo a Madrid destrozados después de dar la vuelta por la Europa más dura.
6. Derivados por Asociaciones, Fundaciones y otras entidades que atienden a personas migrantes, que les llegan a sus recursos residenciales en el marco de sus Programas de Atención Humanitaria, cuando detectan que son menores de edad y que habían sido erróneamente identificados como adultos.

Que al Gobierno no le conste la llegada de ningún niño a Madrid y que, por otro lado, según la consejera de Políticas Sociales de Madrid, el número de niños y niñas que tiene acogidos en el sistema de Protección sea el doble de lo que afirma el Gobierno Central, pone en evidencia que el Registro de Menores no Acompañados no está funcionando correctamente y es la muestra de lo que desde hace años venimos denunciando, que en Comunidades Autónomas como Madrid o Andalucía no se están constituyendo las tutelas de muchos niños y niñas, inventándose figuras como “guarda de hecho”, “tutela en suspenso”, “acogida inmediata” …, en un país en el que por ley la constitución de la Tutela de cualquier menor en situación de desamparo debe ser automática e inmediata.

En cuanto a la Comunidad de Madrid, Fundación Raíces quiere recordar, también, que “el desbordamiento” que sufre su Centro de Primera Acogida, no sólo se debe a las recientes  llegadas de menores extranjeros, sino al cierre de plazas  que en los último años ha realizado en el Sistema de Protección, lo que ha generado un efecto embudo en su Sistema de Primera Acogida, al no poder derivar a los niños tutelados a otros recursos residenciales, al haber disminuido las plazas para ello.

Esta falta de acuerdo y las contradicciones existentes en los datos que se están ofreciendo sobre el recuento de niños y niñas que nos llegan sólos a España, es muy preocupante, pues habla del “desgobierno” que impera en nuestro país en las políticas de protección de menores, no sabiendo cuantos niños y niñas nos llegan, no sabiendo si los mismos niños y niñas están siendo contabilizados hasta 4 o 5 veces, pues al mismo niño lo pueden estar contabilizando las 4 o 5 CCAA por las que pase, incluso pueden estar siendo contabilizados varias veces cuando pasan de unas ciudades a otras dentro de las mismas CCAA, lo que por otro lado explicaría el  supuesto elevadísimo aumento en la llegada de menores migrantes no acompañados.

Las consecuencias de la aplicación de estas políticas implican negar la realidad, incluso existencia, de estos niños y niñas y de todas las necesidades y derechos que eso conlleva. Muchos de ellos, al final, se queden en la calle, sin ser mayores ni menores, sin educación, sanidad, alojamiento, cuidados, protección, en un limbo jurídico que les aboca a la más absoluta exclusión social y a enormes riesgos para su integridad física y psíquica, con el peligro de que puedan caer en redes de cualquier tipo de explotación, etc.

Desde Fundación Raíces pedimos al Gobierno y a las Comunidades Autónomas que reconsideren sus posturas y que:

1. Las Tutelas de los niños y niñas extranjeros que nos llegan solos se constituyan de manera automática en todas las C.C.A.A  y se registren sin excepción, comunicándose cualquier baja y por tanto las nuevas altas en cuanto los niños y niñas aparezcan en cualquier otra Comunidad. Evitando que los mismos niños puedan ser  contabilizados varias veces y que otros no consten en ningún sitio.
2. Promuevan la solidaridad y responsabilidad entre las C.C.A.A. El Gobierno debe apoyar económicamente a todas aquellas Comunidades que tengan bajo su tutela a los niños y niñas extranjeros que se encuentren en situación de desamparo en igualdad de condiciones que si fueran niños nacidos en España, pues lo que debe primar es su condición de menor de edad y no de migrante.
3. Eviten hacer un uso político de la atención a los menores. Los menores extranjeros no acompañados no pueden seguir siendo una categoría de niños y niñas que nuestros distintos gobiernos sigan utilizando como moneda de cambio entre los distintos partidos políticos.

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